Aunque luego de Inland Empire había abandonado el cine, aunque el año pasado nos dijo que estaba bien de su enfisema causado por millones de cigarrillos -su gran placer- y que no pensaba abandonar, el surrealista David Lynch falleció, su última broma sardónica. Nos tomó por sorpresa a quienes disfrutamos, sufrimos, nos peleamos y aplaudimos su inventiva audiovisual. Por eso lo homenajeamos con cuatro obras centrales, que definen su arte. Uno que apelaba a la lógica onírica -por eso no es descabellado decirle “surrealista” a este admirador de Buñuel y de Hitchcock- para crear historias que, cuando confundían al espectador por “saltarse” el relato cartesiano, pegaban con sus imágenes en el inconsciente. Pocos realizadores son capaces de crear un campo de invención tan enorme. Por eso esta selección.
Entrada sin cargo para argentinos y residentes. Reservas en Entradas BA. Sólo aptas para mayores de 16 años. Sujeto a capacidad de sala.
A lo largo de todo el año impulsamos convocatorias abiertas y públicas para invitar a referentes culturales, colectivos, organizaciones, instituciones y artistas a proponer y llevar adelante contenidos culturales y artísticos junto al centro.
Ver convocatorias